Palitos de Polenta Vegetarianos
Descripción
Palitos de polenta crujientes por fuera y cremosos por dentro, una alternativa vegetariana y sin gluten a las papas fritas. Ideales como aperitivo, acompañamiento o snack, se pueden hornear o freír según la preferencia.
Ingredientes
240 g (1 taza) de sémola de maíz (polenta); 1 litro (4 tazas) de caldo de verduras caliente; 2 cucharadas de mantequilla o 2 cucharadas de aceite de oliva; 60 g (½ taza) de queso rallado tipo parmesano o queso vegetal rallado para versión vegana; 1 cucharadita de sal o al gusto; ½ cucharadita de pimienta negra; 1–2 cucharaditas de hierbas secas (orégano o tomillo) opcional; 2–3 cucharadas de aceite de oliva para pincelar o para freír; pimentón dulce o picante al gusto (opcional).
Preparación
1) En una cazuela profunda, lleva el caldo de verduras a ebullición. Baja el fuego y vierte la polenta en forma de lluvia, removiendo constantemente para evitar grumos. Cocina a fuego medio-bajo durante 15–25 minutos hasta que espese y la polenta se desprenda de las paredes de la olla.
2) Retira del fuego y añade la mantequilla (o aceite), el queso rallado, la sal, la pimienta y las hierbas. Mezcla bien hasta integrar; corrige de sal si hace falta.
3) Vierte la polenta caliente en una fuente rectangular forrada con papel de horno o ligeramente engrasada, extendiendo una capa uniforme de aproximadamente 1,5–2 cm de grosor. Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera al menos 1–2 horas, o hasta que esté bien firme (puede dejarse toda la noche).
4) Una vez firme, desmolda la polenta y córtala en tiras tipo "palito" del tamaño deseado. Si quieres extra textura, espolvorea ligeramente con pimentón o un poco más de queso.
5) Para hornear: precalienta el horno a 220 °C. Coloca los palitos en una bandeja con papel de hornear y pincela con aceite de oliva. Hornea 20–30 minutos, girando a la mitad del tiempo, hasta que estén dorados y crujientes.
6) Para freír: calienta 2–3 cucharadas de aceite en una sartén a fuego medio-alto y fríe los palitos por tandas 2–3 minutos por cada lado hasta dorar. Escurre sobre papel absorbente.
Salsas y acompañamientos
Sirve con alioli de ajo, salsa marinara, pesto de albahaca o una salsa de yogur con limón y eneldo. También van muy bien con una ensalada fresca para equilibrar la textura.
Consejos para lograr palitos crujientes
Extender la polenta en una capa delgada y refrigerarla hasta que esté muy firme ayuda a que queden crujientes por fuera. Pincelar con aceite justo antes de hornear y dorar a alta temperatura mejora la textura. Para un acabado extra crocante, espolvorea ligeramente una mezcla de pan rallado sin gluten o harina de maíz fina antes de hornear.
Variaciones
Agregar hierbas frescas picadas (perejil, albahaca) a la polenta antes de cuajar; incorporar trocitos de espinaca salteada o champiñones; versión picante con chile en polvo o jalapeño; versión vegana usando margarina vegetal y queso vegano rallado.
Información nutricional aproximada (por porción, 1/6 de la receta)
Aproximadamente 200–260 kcal; 6–8 g de grasa; 30–35 g de carbohidratos; 5–7 g de proteína. Los valores varían según el tipo de queso y la cantidad de aceite utilizada.
Almacenamiento
Los palitos ya cocidos se conservan en el refrigerador hasta 3–4 días en un recipiente hermético. Recalentar en horno o freidora de aire para recuperar la textura crujiente. La mezcla de polenta cuajada puede congelarse en porciones antes de cortar; descongelar en refrigerador antes de hornear o freír.
Notas finales
La polenta es un ingrediente versátil y económico que permite muchas combinaciones de sabores. Experimenta con quesos y hierbas para adaptar la receta a tu gusto y disfruta de estos palitos como aperitivo o acompañamiento reconfortante y vegetariano.